Cáscara
el frío del invierno.
La
mirada de mi padre
perdida en un vacío de hielo.
Mirada
terrible,
mirada
gélida,
mirada impasible
del tirano que destierra…
y la nieve tapándolo todo
y la nieve cubriendo recuerdos.
“Mens sana in corpore sano”,
con
su dedo inquisidor señala
a
este niño que fue su orgullo
convertida
en muchacha.
Mirada
triste,
mirada
amarga
del
padre que no encuentra
las respuestas esperadas.
Y yo
buscando un atisbo,
una señal, una pauta
que
me deje declamar
¡Aquí
estoy, soy yo!
¡Necesito
que me abraces,
necesito que me entiendas,
necesito
que me veas
más
allá de la cáscara!
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