La muerte de un inocente
Blancura espectral,
rostro lívido.
Ataúd y puntillas,
fría morada.
Impreciso descanso
de quien fenece
con violencia.
Profanado en vida,
profanado en muerte.
¿Descansa en paz
quien sufrió el infierno?
Promesa de cielo
a sus dolientes,
hondura de averno…
Una y mil veces muere,
una y mil veces mueren.
¿Cómo es el silencio
de la muerte?
¿Se ajusta en la mortaja
de la víctima inocente?
Alma en fuga
escapa entre los sufrientes
brisa gélida roza
sollozantes mejillas.
Sin consuelo
el breve espacio temporal
no alcanzó para ser,
no alcanzó para crecer.
Se desvaneció la vida
como gota de agua
evaporada
por la brasa ardiente.
Muy potente el texto.
ResponderEliminarMuy potente el texto.
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